Rallye Shalymar “ Otro Abandono”

Rallye Shalymar “ Otro Abandono”

Hola amigos.

Como muchos de vosotros ya sabéis, nos tocó abandonar otra vez más este año. Y aunque nos dolió, tanto o más que hace 20 días cuando abandonamos en el Rallye de Guadarrama, no quiero que mis crónicas y todo lo que conlleva Sanse Racing Team sea recordado como malos resultados, que aunque al final lo son, llevan detrás otras alegrías y anécdotas que hacen que el mundo de los rallyes sea apasionante, ingrato con algunos, como con nosotros este año, pero apasionantes.

Por eso, y viendo siempre los acontecimientos desde el lado positivo, voy a narraros nuestro rallye Shalymar como un buen rallye, con un final malo, pero que yo sé que podía haber sido un pedazo de final pletórico luchando por la segunda plaza con nuestro amigo Javier Paz o por el tercer puesto con Dani Marban y Carmelo Callén, y haberme hecho la foto en el podium con Carlos Sainz, mi ídolo, un gran piloto y persona por el que he seguido en rallyes como Finlandia, Suecia, Montecarlo, Portugal, Acrópolis, y casi todos los del Campeonato de España cuando mi tío y mi padre me llevaban a verlo correr en el 87 y 88. Esto es lo que más siento de no haber llegado al final del rallye, ya que si llego y me hacen una foto en el podium con Sainz, hago un póster inmenso y lo planto en la pared más grande del salón de mi casa.

El Shalymar de este año tenía todo el programa como si una prueba del nacional se tratara, y después de estar 5 años sin correr un rallye del nacional, nos apetecía mucho correr un rallye casi del nacional a precio de regional. Por eso el día de reconocimientos fue duro, de 8 de la mañana a 9 de la noche casi sin parar, sólo a comer un bocadillo en Casa Patas en Torrelaguna, donde coincidimos con los hermanos Vallejo que habían venido a reconocer el rallye, y llevaban un porsche 911 carrera!!! Los recos fueron bien, conocíamos todos los tramos menos el nuevo de Robladillo-Pueblo, un pedazo tramo, con unos barrancos de aupa, técnico, rápido por zonas, lento en otras, subida, bajadas… lo tenía todo. El viernes fuimos al Jarama, donde ya estaba Roberto Méndez con la asistencia y con todos los chicos para ayudarnos, y por un error de interpretación de Eva y mío, no pudimos hacer el Shakedown, al entender que las verificaciones del mismo eran el viernes por la mañana, cuando eran el jueves por la noche. Así que a esperar a verificar, y mientras tanto, pusimos al orden algunas cositas del Evo. Cambiamos la centralita de los interfonos, que seguía fallando, y colocamos la pistola de ruedas dentro. Vimos las ruedas de las que disponíamos, y decidimos comprar 2 BF Goodrich A10 y tirar con el resto, que eran A10 usadas de otros rallyes, cometiendo aquí un gran error, como luego veréis. Verificamos y al Santiago Bernabeu,

Y allí, en la pre-salida del rallye, hablé con Carlos Sainz, me saludo, me preguntó que tal todo, y yo aproveché y le pregunté que ruedas serían las idóneas para mañana, y me dijo “ceros sin dudarlo” y yo pensé “pero si no tengo ceros, he comprado A10”. Claro, él corre sin problemas de presupuesto, y yo como no tengo ya nada de donde sacar pasta, no podía comprar 4 A00, por eso había comprado 2 A10 y había decidido rallarlas por dentro para que cogieran antes temperatura. Hicimos la pre-salida, espectacular, lleno de gente, habían venido amigos y todo el equipo Sanse Racing Team a vernos. Volvimos al Jarama, y dejamos el Evo allí.

Al día siguiente madrugón (a las 6 de la mañana) y al Jarama. Fue muy bonito ver amanecer en el Evo, detrás del Skoda de Carlos, esperando a que nos dieran la salida. Y nos dan la salida y camino de Miraflores, donde empezaba la 1º pasada por Canencia. Antes ya había hablado con amigos que estaban en el tramo, y me habían dicho que la subida estaba seca, y la bajada húmeda. Así que llegamos a la salida, apretamos los arneses, y a correr. La subida bien, seco pero ya notaba el asfalto resbaladizo. Pero no nos esperábamos que la bajada estuviera tan húmeda, por lo que no tengo confianza para tirar el Evo rápido en la bajada y en las curvas y hacemos una mierda de tiempo. En Navafría seguimos igual, patinando en la subida en 4º y 5º, y encima en la bajada, donde hay mejor grip, nos hacemos un trompo en la 1º horquilla de derechas, perdiendo 12 o 15 segundos. En La Cabrera ya está seco, pero no tengo confianza y no me tiro a saco, así que acabamos la 1º sección séptimos, con Sainz destacado 1º, y luego en un pañuelo de 23 segundos estamos Paz, Callén, Rubén, Monarri, Peláez y nosotros. En el 1º reagrupamiento hablo con Sainz, y me pregunta que ruedas llevo!!! Sainz se interesa por que ruedas llevo!!! No me lo  puedo creer, le digo que A10 y que he hecho unos tiempos de pena, y me dice “será porque no te avise ayer”, ya, ya, pero no tengo presupuesto para tanta rueda nueva le digo. Por cierto, vas a seguir con ceros?? Si, si, es lo mejor, me contesta….

En la asistencia, y visto que teníamos que mejorar nuestros tiempos, decidí comprar 2 A00 y gracias a Javier Paz, que me dejó los 2 neumáticos que quitaba de delante, pude salir con 4 A00 en mi Evo. Y mano de santo, mejor dicho, ruedas de santo. Empezamos a volar, y ya en Canencia 2 hicimos 3º scratch, detrás de Sainz y Paz, que me ganó por 9 décimas, en Navafría 2 hicimos 2º scratch, detrás de Sainz, y en La Cabrera 2 hicimos 5º empatados a la décima con Rubén. Total, en el reagrupamiento del Jarama habíamos remontado a la 4º plaza, a 3 décimas de Callén, y a 21,8 de Paz, por lo que la 2º plaza estaba en nuestro punto de mira. Volví a pedir consejo a Sainz sobre las ruedas, preguntándome “que tal ahora con las ceros” a lo que digo que había volado y estaba remontando, y me comentó que la decisión ahora eran las A10.

Así que en la asistencia ponemos A10, revisan todo el coche, y ya me comentó Roberto Méndez que la carcasa del diferencial trasero perdía valvulina, reapretando todo y rezando para que aguantar lo que quedaba de rallye. Salimos al tramo del Jarama, y me lo pasé en grande, ya que adelante en la entrada de Le Mans a Paz, y en la siguiente vuelta, en la rápida antes de Le Mans a Monarri, así que en las gradas del circuito se lo pasaron en grande. Resultado, 2º scracth detrás de mi asesor de ruedas de lujo, y subiendo al 3º puesto al ganar a Callén. Nos fuimos a El Atazar, tramo que tuvo que ser recortado, y aunque no lo hicimos mal, podía haber ido más deprisa, logrando el 5º scratch. Ahora a Robledillo, a hacer el tramo nuevo, y cuando llegamos a la salida, está mi padre para vernos y ya nos avisa que tenemos todo el culo del Evo lleno de valvulina, le comento el problema y salimos al tramo. Al principio fui bien, atacando en la subida, con cuidado en la bajada, pero ya a mitad de tramo, empecé a notar que el coche no iba bien, así que me descentré y nos recuperó Callén la ventaja. Ahora estábamos 4º, pero sólo nos sacaba 3” Callén y 30” Paz, así que rezando por llegar a la asistencia, y pensando si comprar ruedas nuevas para alcanzar la 2º plaza (ya veríamos luego como las pagábamos) nos encontrábamos bajando por la A1, km 68, cuando ya no aguantó más la carcasa del diferencial trasero, sonó un clack…..clack,clack….un zumbido ya largo…..paro…..llamo a Roberto, “oye, que esto suena mal….que hago??…..”Intenta llegar….pero si suena mucho para, que rompes el diferencial y el autoblocante”…..”vale”….arranco el Evo, tiro, pero nada, el ruido es rompedor y decidimos salirnos en la salida del pueblo de Lozoyuela para no molestar en la autovia. Nos van a buscar, y al jarama. Otro abandono, sin tener culpa, cuando mejor lo estábamos haciendo, liderando a los pilotos madrileños.

Y así termina el año 2007 para nosotros, no hemos tenido suerte, pero hemos dejado claro que somos rápidos. Ahora hay que pensar en el 2008, en revisar bien el Evo para que no nos dé disgustos, en convencer a los Sponsors que sigan confiando en nosotros, en la afición que nos siga apoyando y aplaudiendo a nuestro paso, y a toda la gente de mi equipo que hacen que podamos correr rallyes, que es lo que más me gusta en la vida. Espero que el año que viene pueda brindaros triunfos. Espero que la mala suerte nos abandone. Espero.

Un abrazo.

Alberto San Segundo

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